¿Sabes cómo diferenciar una empanada gallega artesana y tradicional?

Cuando hablamos de la rica y variada gastronomía de Galicia es imposible no pensar en la empanada gallega, emergiendo como uno de sus estandartes más reconocidos y queridos. Al comprar empanada gallega, servir el plato y disfrutar del primer bocado pasan apenas unos segundos hasta que nos damos cuenta de la combinación de sencillez en los ingredientes, y la riqueza de su sabor. Durante siglos, la empanada gallega ha sido un pilar en las mesas gallegas. 

Sin embargo, en un mundo donde las tradiciones a menudo se ven eclipsadas por la rapidez de la vida moderna, distinguir una empanada gallega artesanal y tradicional de sus versiones más industrializadas se ha convertido en un conocimiento tanto valioso como delicioso. En Pastelería Ana Simó Valencia Ultramar te invitamos a descubrir cómo diferenciar e identificar una verdadera empanada gallega y así poder saborearla como se ha hecho en Galicia desde tiempos inmemoriales. 

Conociendo las características de la empanada gallega tradicional

Materia prima de calidad

La autenticidad de sus ingredientes y la fidelidad a los métodos de preparación heredados de generación en generación son los pilares de la verdadera empanada gallega. Los ingredientes, frescos y locales, son el alma de la empanada; algo que en Pastelería Ana Simó Valencia Ultramar entendemos a la perfección y mantenemos desde hace más de 50 años. Desde el trigo con el que se elabora la masa crujiente y sabrosa, hasta el relleno y pudiendo ser de carne, atún, bacalao entre otros ingredientes. Cada elemento debe destacar por su calidad y proximidad. 

La masa

Comencemos por el principio, la elaboración de la masa y proceso que en sí mismo es un ritual. Amasada a mano, se busca obtener esta textura y grosor ideales que permiten a la empanada mantener su forma y sabor únicos. Este proceso artesanal garantiza una costra distintiva que es, al mismo tiempo, tierna y firme, capaz de sostener el jugoso relleno sin desmoronarse. 

El relleno

El relleno, el gran protagonista de toda empanada gallega que se precie. Preparado con mimo, refleja la tradición y el respeto por el producto. Las combinaciones de ingredientes se hacen pensando en el equilibrio de sabores y texturas, donde cada bocado trae consigo el gusto de lo casero. Los rellenos no sólo están sazonados con las especias y hierbas de la región, sino que también cuentan una historia de la tierra gallega, sus mares y sus campos. 

El sabor

A la hora de disfrutar la empanada gallega artesanal, el sabor debe ser genuino, único. La mezcla de la masa fresca y el relleno, lleno de matices, tendrán que ofrecer una experiencia que va más allá del simple acto de comer. Es un viaje a través de los sentidos que conecta al comensal con las tradiciones y la historia de Galicia. Reconocer y apreciar estos detalles es clave para distinguir una empanada gallega artesanal de cualquier otra, asegurando así una experiencia culinaria auténtica y profundamente arraigada en la cultura de esta región. 

Aspecto y Sabor: Claves para su Identificación

La distinción entre una empanada gallega artesanal y una de producción industrial puede ser percibida tanto con la vista como con el paladar. Visualmente, las empanadas artesanales suelen tener un aspecto más rústico y personal, reflejo del toque humano en su elaboración. La masa, lejos de ser uniformemente perfecta, puede mostrar variaciones ligeras en grosor o coloración, signos de su preparación manual y de la calidad de la harina. Además, la forma y el sellado del borde son únicos en cada empanada, marcados de manera personal por nuestro cocinero. 

En cuanto al sabor, la empanada artesanal gallega se distingue por su riqueza y profundidad. La masa, al ser casera, tiene un sabor y una textura que no se encuentran en las versiones industriales. Es crujiente pero a la vez suave, capaz de sostener los jugos del relleno sin ablandarse. El relleno, hecho con ingredientes frescos y cocinados con esmero, ofrece una gama de sabores que son a la vez intensos y equilibrados, reflejando la calidad de los productos locales y la sazón tradicional. 

Por otro lado el aroma también juega un papel crucial. Una empanada gallega artesanal desprende un aroma más intenso y acogedor, fruto de los ingredientes naturales y de su cocción cuidadosa. Este aroma es una invitación a degustar un plato que ha sido preparado con paciencia y cariño, atributos inseparables de la cocina artesanal. 

En resumen, aprender a identificar estas características visuales, gustativas y olfativas no sólo enriquece la experiencia de disfrutar de una empanada gallega, sino que también nos conecta con la cultura y la tradición de una región que ha sabido conservar su legado culinario a través de los siglos. Cada bocado de una empanada artesanal es un homenaje a esa historia viva, y en Pastelería Ana Simó Valencia Ultramar la conocemos a la perfección. 

Por otro lado, el aroma también juega un papel crucial. Una empanada gallega artesanal desprende un aroma más intenso y acogedor, fruto de los ingredientes naturales y de su cocción cuidadosa. Este aroma es una invitación a degustar un plato que ha sido preparado con paciencia y cariño, atributos inseparables de la cocina artesanal.

En resumen, aprender a identificar estas características visuales, gustativas y olfativas no solo enriquece la experiencia de disfrutar de una empanada gallega, sino que también nos conecta con la cultura y la tradición de una región que ha sabido conservar su legado culinario a través de los siglos. Cada bocado de una empanada artesanal es un homenaje a esa historia viva.