Otra de las versiones dulces del clásico pastelón gallego, esta vez rellena de crema y almendras, una mezcla deliciosa que conquistará hasta los paladares más exigentes. Como pastelón dulce, suele servirse como entrante o postre, o para acompañar una merienda o desayuno. Lo servimos enteros (4 raciones), mitad (2 raciones) o por raciones individuales.